La comunión más especial del pasado fin de semana fue la de mi sobrina Lucía y quisimos sorprenderla con una pequeña mesa dulce.
Queríamos que la mesa fuera alegre y colorida así que utilizamos muchos colores.
Partimos de un bonito papel estampado de florecitas que reproducimos en las galletas y que utilizamos como base para los colores de la decoración y de los macarons.
Para los niños pusimos unas brochetas de gominolas y unos pomperos que fueron un éxito.
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